CIRCUITOS ARQUEOLÓGICOS COMUNITARIOS

Ingresa al mapa para conocer los recorridos de los distintos circuitos, sus estaciones y lo que ofrecen

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Los comuneros y comuneras del Valle de Tafí nos relatan su cosmología

Circuitos Arqueológicos Comunitarios. 

El valle de Tafí es habitado por comunidades originarias desde hace miles de años. Fruto de sus prácticas y tradiciones todos los rincones de esta pequeña y hermosa cuenca están repletos de historias, relatos y sitios arqueológicos, que en su conjunto forman el patrimonio cultural de la Comunidad Indígena del Pueblo Diaguita del Valle de Tafí. Es nuestro deseo compartir con el publico en general los conocimientos y lugares que nos legaron nuestros ancestros y para ello hemos diseñado tres circuitos arqueológicos en el Cerro Ampuqcatao (Pelao). A través de ellos se puede experimentar hermosas caminatas, percibir panorámicas únicas del Valle, apreciar distintos tipos de sitios arqueológicos y entender la profunda y rica historia de los pueblos originarios.

Los Circuitos Arqueológicos Comunitarios del Cerro Ampuqcatao fueron diseñados gracias al trabajo mancomunado de Comunidad Indígena del Pueblo Diaguita del Valle de Tafí y el Equipo de Arqueología del Sur de las Cumbres Calchaquíes (CONICET-UNC).

Tienen como el objetivo de generar un emprendimiento sustentable, en aspectos culturales y ambientales.

El Valle de Tafí presenta una serie de condiciones naturales y culturales que lo hacen óptimo para el desarrollo del turismo sustentable. Por una parte el área se ha convertido desde tiempo en un atractivo turístico altamente demandado por su entorno natural. Asimismo, esto trajo aparejado un fuerte desarrollo inmobiliario. En ambas actividades es destacable la participación y beneficio de actores ajenos a la población local, relejándose sobre todo a la comunidad originaria. Por otra parte, el valle presenta una alta riqueza arqueológica, donde destacan las evidencias de uno de los asentamientos aldeanos más importantes del Noroeste Argentino. Esto último se refleja en las incontables investigaciones arqueológicas desarrolladas desde fines del siglo XX. Dicho patrimonio se encuentra amenazado por aquel desarrollo turístico e inmobiliario. Como último elemento, la comunidad originaria del valle ha sido participe activa de un proceso de resurgimiento de la identidad indígena, buscando en ello su reconocimiento social y cultural, y la recuperación de tierras ancestrales.

Estos elementos se conjugan para que un turismo sustentable sea viable como actividad social y económica, con una relevancia tanto para la sociedad en general como para la población local en particular. La recuperación por parte de la comunidad originaria de tierras, luego de largas y duras luchas, han planteado la necesidad de lograr satisfacer dos situaciones puntuales:

1) La conservación del patrimonio arqueológico, que es legado de los antepasado de la comunidad para ella y para la sociedad en general. Como tal debe preservarse para las futuras generaciones y servir para que el pueblo originario y la sociedad conozcan su importancia.

2) La mejora económica de los comuneros a través del desarrollo de actividades que se vinculen con su identidad indígena. Para lo cual se debe complementar el turismo con la ancestralidad de la comunidad a través de actividades que reditúen a la misma.

Es de esta manera que para concretar los circuitos se realizaron:

-Estudios de impacto ambiental

-Prospecciones de reconcomiendo

-Excavación de estructuras arqueológicas

-Delimitación de senderos

-Colocación de cartelería e impresión de folletería

-Puesta en línea de página web

En síntesis, los circuitos permiten, por un lado, revalorar de la historia prehispánica del valle, con un fuerte énfasis en su relación con el presente a través del pueblo originario, descendiente de aquellos primeros pobladores. Por otro lado, se logra conservar el patrimonio arqueológico del desarrollo turístico e inmobiliario, concientizando a la población sobre la importancia cultural del patrimonio y al potencial económico del mismo. Y finalmente, los comuneros y comuneras, como gestores del emprendimiento, son los beneficiarios del emprendimiento por medio de actividades directas e indirectas en los circuitos.

Los circuitos del Cerro Ampuqcatao

Los Circuitos Arqueológicos Comunitarios están ubicados en el Cerro Ampuqcatao (también llamado Pelao o Loma del Medio). Este cerro se localiza en la porción central del Valle de Tafí, y divide a las poblaciones de Tafí del Valle y El Mollar. Tiene una altura de 2600 msnm y presenta cumbres planas con escasa pendiente y laderas pronunciadas. Los recursos hídricos son escasos, casi ninguno de los cursos de agua son permanentes, y todos se encuentran en lugares de difícil acceso dada la profundidad de las quebradas y las pendientes pronunciadas de las laderas.

Antes de visitar los circuitos es importante tener presente las siguientes precauciones:

-Respetar a los comuneros que habitan el cerro, manteniendo la tranquilidad y el silencio propios del lugar

-Cuidar las condiciones en que se encuentra el paisaje, sin dejar ningún desecho en el lugar, sin arrancar ninguna planta o alterar la vida de animales.

-Proteger los vestigios arqueológicos, cuya alteración está penada por la legislación nacional y provincial.

-Seguir todas las indicaciones de los guías, caminando solo por los lugares donde ellos lo hacen y nunca apartándose de los grupos. El cerro puede convertirse en un lugar donde la orientación se dificulta de manera muy repentina ante las frecuente neblinas que cubren el valle.

La ubicación de los circuitos se encuentra en el sector norte del cerro, en un área conocida como El Alto. Su acceso es por la ruta provincial Nº325, km 2 (a la altura de la Virgen). Cada uno de los recorridos se adapta a la disponibilidad de tiempo y condiciones físicas de los visitantes.

Circuito «Panorámicas del Viscolar«

Circuito corto, sin grandes dificultades. Duración de 2 hs aproximadamente.

Se inicia en el ingreso a las tierras de la comunidad indígena. Luego se recorren 3 estaciones.

Estación “Centro Ceremonial”: En él se aprecian estructuras arqueológicas de más de mil años de antigüedad y también apachetas actuales. Actualmente, se realizan importantes ceremonias en algunos momentos específicos del año. Desde allí también se obtienen vistas únicas del Cerro el Negrito, el Cerro Muñoz y el Abra del Infiernillo.

Estación “Arte Rupestre”: Se aprecian algunos de los milenarios vestigios de las ocupaciones originarias. Particularmente se observan rocas grabadas con cavidades en hilera simple o doble, formando líneas o zig-zag. Las mismas son interpretadas como espacios dedicados a rituales de fertilidad y como marcas territoriales ancestrales.

Estación “Arquitectura Agrícola”: Muestra una importante instalación agrícola en la cual se pueden observar las infraestructuras de cultivo típicas de la región andina: las andenerías de cultivo. También se pueden apreciar estructuras arqueológicas recientemente excavadas que muestran la complejidad de la arquitectura originaria.

Para salir del circuito se recorre nuevamente el camino andado hasta el ingreso a las tierras de la comunidad indígena.

Circuito “La subida de los Puestos

Se inicia por un ingreso secundario al cerro ubicado en la ruta provincial Nº325, en el km 1,5. Desde allí, se realiza una exigente caminata en subida para ganar altura. En el trayecto se atraviesan dos puestos de familias de pastores que han criado sus animales en este lugar por muchas generaciones. En una respetuosa visita se puede aprender de sus vivencias en el valle y de sus tradiciones.

Finalmente, el circuito permite apreciar los milenarios vestigios de las ocupaciones originarias al transitar por las estaciones antes mencionadas en el siguiente orden: 1º Estación “Arquitectura Agrícola”; 2º Estación “Arte Rupestre”; 3º Estación “Centro Ceremonial”. La salida del circuito se realiza por el ingreso a las tierras de la comunidad indígena.

Circuito “Camino del Llastay

Circuito largo, con grandes dificultades. Duración de 5 hs aproximadamente.

Se inicia en el ingreso a las tierras de la comunidad indígena. Luego se realiza una importante trepada por la «Cuchilla Larga». Se recorren 5 estaciones.

Estación “Morro Negro”: Es el punto más alto del cerro. El esfuerzo que esto implica es recompensado con vistas únicas de todos los sectores del valle, desde su extremo sur, el Cerro Panacao (Nuñorco) hasta el extremo norte, en El Infiernillo. Además es el lugar donde los pastores indican que aquí vive el Llastay, hijo de la Pachamama, protector de los animales. Aquí, cerca de su casa podrás escuchar algunas leyendas que relatan sus acciones.

Estación “Maqueta en Piedra”: Luego se realiza una caminata prolongada por las alturas del cerro, que permite involucrarse con la magia del lugar y atravesar numerosos sitios arqueológicos, que incluyen antiguos corrales, viviendas milenarias y estructuras de cultivo. De esta manera se llega a la maravillosa «maqueta» recientemente descubierta que consiste en una gran piedra granítica absolutamente tallada y pulida para formar parte en ceremonias destinadas a la fertilidad y el agua. Esta gran roca tiene en su parte superior una gran cavidad, que después de llenarse de agua desborda alimentando distintos canales alineados que a su vez van irrigando cavidades menores, conjugando volúmenes y texturas en una estética muy particular.

Estaciones “Centro Ceremonial”, “Arte Rupestre” y “Arquitectura Agrícola”: Finalmente el camino de regreso permite contemplar estas tres estaciones antes mencionadas.

La salida del circuito se realiza por el ingreso a las tierras de la comunidad indígena.

¡Los Esperamos!